viernes, 15 de agosto de 2014

El Papa realiza una plegaria espontánea por la unidad coreana

SOLMOE.- El papa Francisco instó el viernes a los surcoreanos a rezar y trabajar para la reunificación de su dividida península, dejando de lado el texto preparado para decir que deberían aspirar a reunirse como una familia "sin vencedores ni vencidos".

Las espontáneas declaraciones fueron los comentarios más específicos del Papa sobre la división de Corea desde que comenzó su primer viaje a Asia el jueves, y fueron hechas en respuesta a la pregunta de una chica en una reunión de jóvenes.
En el encuentro del viernes, Francisco también condenó la "idolatría de la riqueza, el poder y el placer" que dijo que está expandiendo un desierto espiritual por el mundo próspero. Más temprano, lideró plegarias por las víctimas, supervivientes y familiares del desastre del ferry Sewol.
La guerra de Corea de 1950-1953 terminó en una tregua armada que llevó a Corea del Norte y del Sur a un estado técnico de guerra.
"Recemos por nuestros hermanos en el norte", dijo el Papa, liderando a los jóvenes en la plegaria.
"Señor, somos una familia. Ayúdanos a alcanzar la unidad. Podemos hacerlo. Para que no haya vencedores ni vencidos. Sólo una familia, sólo hermanos", agregó.
Francisco comenzó sus declaraciones improvisadas en inglés y luego cambió al italiano, pidiéndole a un cura que hiciera la traducción, antes de volver a su texto preparado.
Anteriormente, en el acto celebrado en Solmoe, lugar del templo del primer cura de Corea, una joven preguntó al Papa qué podía hacer ella por su dividido país.
"Vosotros sois hermanos que habláis el mismo idioma (...) piensa en tus hermanos en el norte. Hablan el mismo idioma y cuando en una familia se habla el mismo idioma, hay esperanza humana", declaró a las personas reunidas, instándolas a "no perder las esperanzas".
Corea del Norte rechazó una invitación de la Iglesia Católica surcoreana a miembros de su Asociación Católica coreana, controlada por el Estado, para que asistan a la misa del Papa el lunes en Seúl, argumentando el inicio de unas maniobras militares conjuntas de Corea del Sur y Estados Unidos, que está previsto que comiencen ese mismo día.
Poco antes de la llegada del Papa a Seúl el jueves, Corea del Norte lanzó tres misiles al mar, aunque el viernes dijo que no tuvo nada que ver con la visita de cinco días del Papa a Corea del Sur.
Como muchos jóvenes surcoreanos, Lee Bo-min, una estudiante de trabajo social de 20 años que asistió al encuentro, dijo que no había pensado mucho sobre el tema de la reunificación.
"Como dijo el Papa, hablamos una lengua. Somos un pueblo y una familia. Puedo haber sido demasiado indiferente (...) Debería rezar más por la paz de Corea del Sur y Corea del Norte", agregó.Francisco advirtió ante miles de jóvenes que le dieron una cálida bienvenida de un "desierto espiritual que comienza a extenderse por el mundo" a medida que aumenta la brecha entre ricos y pobres.
A pesar del éxito en su país y el exterior de algunas de las mayores compañías del mundo, como Samsung Electronics y Hyundai Motor, la sociedad surcoreana se ha vuelto más desigual.
Corea del Sur ocupa el lugar 29 entre los países más ricos del mundo en términos de Producto Interior Bruto, pero a muchos de sus graduados les cuesta encontrar trabajos decentes.
En Daejeon, Francisco se reunió con las víctimas y algunos supervivientes de la tragedia del ferry Sewol antes de dar una misa frente a unas 50.000 personas en un estadio del Mundial de 2002, donde usó una cinta amarilla, el símbolo de tributo para las víctimas de la tragedia.

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